Lechuza Cara Ceniza (Tyto glaucops)

Desde la época pre-colombina, las aves de la noche o múcaros han sido relacionados a creencias sobre la muerte y el origen de la vida. Las lechuzas formaban una parte crucial en la iconografía taína de las Antillas Mayores, y eran símbolos recurrentes en vasijas, esculturas y máscaras ceremoniales, y en petroglifos en las entradas de las cuevas de resguardo. Hoy en día, aún se cree en los campos que las lechuzas tienen poderes sobrenaturales y que son aves enemigas de los humanos. El misticismo asociado a nuestra lechuza cara ceniza probablemente se debe a sus hábitos nocturnos y a sus impactantes y solemnes rasgos. Como los otros miembros de la familia de los Tytonidos, esta ave tiene una cara con un disco facial acorazonado, un fuerte pico curvo, y una “cara de gato” con ojos grandes dirigidos al frente.

Tiene largas patas con fuertes garras y uñas afiladas. Como lo indica su nombre común, el rasgo más notable de nuestra lechuza es el color gris cenizo de su cara que hace contraste con el resto de su plumaje marrón rojizo, moteado con negro en el vientre. Sin duda, es una de las aves más majestuosas de la isla, y como algunas otras aves endémicas, depende de grietas y huecos en árboles o cuevas para hacer su nido.

LC Preocupación menor

Estado de Conservación

Al caer la noche, las lechuzas utilizan su excelente visión nocturna, pero sobre todo sus oídos, posicionados ligeramente a distinta altura en el cráneo, para localizar a sus presas con letal precisión. Es muy posible que esta lechuza sea el ave cazadora más efectiva de nuestra isla. Al detectar su presa, despega en vuelo rápido pero silencioso para atrapar murciélagos, aves, reptiles, anfibios, pero principalmente, ratas y ratones introducidos. Una sola lechuza puede consumir hasta 5,000 roedores en un año, aportando así un increíble servicio al ser humano, ya que estas plagas afectan a los cultivos y transmiten muchas enfermedades.

“Mire que la lechuza es un pájaro que vuela y no es dañino [...]. A mí me gusta la maldad de la lechuza. Es muy fácil... La lechuza mata ratones.” Cacaotalero anónimo
“... mediante el seguimiento del vuelo cósmico de la lechuza, los behiques podían ver y hablar con los espíritus y entrar en el reino de los muertos para rescatar el alma de una persona que sufría por haber sido capturada por espíritus malignos, y devolver su alma a su cuerpo, curando así al paciente.” Manuel García Arévalo

Nuestra lechuza endémica prefiere los ambientes boscosos de tierras bajas, aunque también reina en los cacaotales y en las grandes plantaciones de palma africana en donde encuentra una gran variedad de presas. Podemos encontrar a esta ave con mayor facilidad en la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores, en la zona de Samaná y el procurrente de Barahona.70,71 Aunque las lechuzas ayudan a mantener el balance natural de los bosques, siguen siendo repudiadas en muchos campos de la isla. Aún cuando el largo chasquido de esta lechuza es considerado como un signo de mal augurio por muchos, este escalofriante llamado es una señal de alivio y conmoción para los naturalistas, fotógrafos y observadores de aves que tanto aprecian el reencuentro con esta especie.