Cuatro Ojos (Phaenicophilus palmarum)

El cuatro ojos se disputa el puesto de la endémica más común de la isla junto con el carpintero de La Española. Esta elegante tanagra se encuentra desde el nivel del mar hasta las altas montañas (hasta 2,500 metros); en bosques secos, húmedos y pinares, además de plantaciones de café y cacao así como zonas urbanas. Está distribuida en toda la isla excepto en la península de Tiburón de Haití, donde habita su cercano pariente, el cuatro ojos cabeza gris (Phaenicophilus poliocephalus). A pesar de ser tan común, el cuatro ojos no deja de merecer nuestra admiración cada vez que podemos darle un vistazo, ya que es verdaderamente un ave hermosa. Se trata de una tanagra robusta, de unos 18 centímetros y pico fuerte. Su parte superior va del amarillo al verde olivo; la nuca es gris y la cabeza, negro lustroso. Alrededor de los ojos tiene dos manchas blancas incluyendo una grande sobre el ojo que dan la apariencia de que el ave tiene cuatro ojos; de ahí su nombre común en español así como en creole haitiano (Kat Je).

El cuatro ojos generalmente se ve en parejas o pequeños grupos familiares buscando comida, a menudo conversando entre sí mediante su suave llamado chip, o bien pi-aaau, que recuerda al maullido de un gatito quejándose. Muchas veces podemos verla moverse de forma lenta pero deliberada, ocasionalmente balanceando su cola e inspeccionando hoyos y grietas en busca de su alimento. Sus fuertes patas le permiten posarse en casi cualquier posición desde ramas delgadas a grandes troncos, donde usa su fuerte pico para buscar presas escondidas. Se le considera mayormente insectívoro pero tiene una dieta bien variada que podría ser la clave de su éxito.

LC Preocupación menor

Estado de Conservación

Se conoce que también come semillas y frutas silvestres, así como lagartijas de vez en cuando, y en la ciudad de Santo Domingo se le ha visto incluso recoger y “almacenar”… ¡un pedazo de pan! Otra curiosidad en su dieta es que también se alimenta de la melaza rica en azúcares que secreta una especie de cochinilla (insecto hemíptero) al chupar la savia del árbol nativo conocido como almácigo (Bursera simaruba). También se ha reportado en el cuatro ojos un comportamiento que generalmente está muy vinculado a la inteligencia animal: el uso de herramientas. Este comportamiento consistió en el uso de la horquilla de un árbol para sujetar una lagartija y así poder cortarla en pedazos más fáciles de tragar.

“Mi mayor sorpresa fue que nadie sabía tampoco que comía lagartos, algo que yo conocía desde niño. Esto tal vez se explica porque se trata de un ave pequeña que sólo existe en nuestra isla, donde casi todo está por estudiar.” Simón Guerrero

Otro dato interesante es que al parecer tiene dotes de liderazgo: en bandadas mixtas estudiadas en pinares, el cuatro ojos es a menudo la especie “nuclear”, es decir, la que determina la formación y movimiento de estas bandadas según se desplazan buscando comida. Estas bandadas pueden contener especies residentes y migratorias. Estos grupos de aves al parecer se defienden mejor de los depredadores (como águilas y guaraguaos) y parecen localizar mejor buenos sitios de alimentación. Sabemos también que el cuatro ojos suele volver a sus sitios favoritos de dormir cada noche. A pesar de todas sus originales atributos, su nido es bastante común, hecho de hierbas o palitos en forma descuidada en cualquier sitio: incluso se tiene un reporte de una pareja anidando… ¡debajo de un tractor!